El Museo Nacional del Prado invita a contemplar los cuadros como obra total, más allá de la pintura
Los reversos de las obras
Artista en su estudio Rembrandt Harmensz. van Rijn Óleo sobre tabla, 24,8 x 31,7 cm h. 1628 Boston, Museum of Fine Arts. Zoe Oliver Sherman Collection given in memory of Lillie Oliver Poor / Artist in his Studio Rembrandt Harmensz. van Rijn Oil on panel, 24.8 x 31.7 cm c. 1628 Boston, Museum of Fine Arts. Zoe Oliver Sherman Collection given in memory of Lillie Oliver Poor
Hasta el 3 de marzo de 2024, el Museo del Prado y la Fundación AXA emprenden un viaje que atraviesa la superficie brindando la contemplación de una fascinante realidad: la cara oculta de las obras de arte, su reverso.
Junto a obras de la colección del Prado, que descubren el resultado de un largo proceso de investigación sobre sus reversos, se exponen generosos préstamos de instituciones nacionales e internacionales como Assemblage i grafitti, 1972 (Assemblage y graffii de Antoni Tàpies procedente de la Fundación Telefónica; Cosme I de Médici de di Cosimo, il Bronzino, de la Colección Abelló; el Autorretrato como pintor de Van Gogh procedente del Van Gogh Museum de Ámsterdam; Artista en su estudio de Rembrandt, del Museum of Fine Arts de Boston; o La máscara vacía de Magritte del Kunstsammlung Nordrhein-Westfalen de Düsseldorf, alcanzando casi el centenar de obras expuestas.
El espacio de la exposición, comisariada por el artista Miguel Ángel Blanco, —con las salas A y B del edificio de Jerónimos por primera vez pintadas de negro— propone un recorrido abierto que da la máxima libertad a la relación espacial con las obras, sin jerarquías ni ordenación cronológica, dando entrada a artistas contemporáneos como Vik Muniz, Sophie Calle o el propio Miguel Ángel Blanco con tres libros-caja de la Biblioteca del Bosque.
Abierta al público la exposición Azúcares sacras
Dulces rituales, en el Museo Mural Diego Rivera
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