Gabriel Kuri en el Museo JUMEX

El Museo Jumex presenta Gabriel Kuri: Pronóstico, la primera exposición a gran escala en México de uno de los artistas mexicanos más reconocidos de su generación. La muestra incluye más de 50 obras, entre ellas tres obras nuevas, así como obras producidas principalmente en los últimos 10 años que resultan del trabajo del artista en el taller, de colaboraciones con artesanos o producto de procesos industriales, y proyectos de sitio específico que responden a la inmediatez del entorno.

Con la curaduría de Kit Hammonds, la exposición tiene como hilo conductor la idea del arte como pronóstico. La creación de obras de arte puede verse como el registro de la experiencia, y Kuri considera que sus obras tienen la capacidad de proveer información, que a su vez podría predecir lo que viene. Trabajando principalmente con un lenguaje escultórico, Kuri es conocido por emplear diferentes técnicas y gestos derivados de un espectro cultural amplio en obras que combinan materiales resistentes y durables con residuos cotidianos. Sus obras se caracterizan por su ligereza y humor visual, lo cual logra a través de sus yuxtaposiciones físicas.

Kuri moldea y forja materiales como el concreto, la piedra, el metal o el plástico, y a su vez emplea objetos existentes –comprados o encontrados– asociándolos de maneras impredecibles. Las obras de Kuri contienen referencias a modelos predictivos extraídos de diversos campos, entre los que destacan la economía conductual, la meteorología, la vulcanología, las pruebas de productos y el sistema crediticio.

En su campo de interés están los sistemas racionales que derivan de la experiencia, mediante los cuales se organizan las sociedades. Por ello insiste en que las nociones como el valor de cambio, la función, la especulación o la evaluación del riesgo tienen un valor escultural. Kuri representa estas fuerzas invisibles aunque significativas del momento contemporáneo en su producción artística al transitar entre signos y objetos, afecto y efecto, impulsos psicológicos y sistemas racionales, que al mismo tiempo crean una relación entre su obra y el legado del surrealismo y el modernismo formal.

En la obra que da título a esta exposición, Pronóstico (2023), los signos crediticios y bancarios se convierten en un horizonte inverso. Forman parte del paisaje, uno que ha diferido todo valor para ser devuelto en un futuro indeterminado. Sin embargo, colgando entre lo efímero del crédito y los cajeros hay una anomalía: una bolsa de plástico llena de agua dando la impresión de un mundano peso muerto.