Perros con máscaras de gas

No había nada más aterrador en las trincheras que la llamada de un ataque de gas: “¡Gas! ¡Gas!". Este grito de advertencia envió a los hombres a buscar sus máscaras mientras la niebla venenosa los envolvía. Los soldados sucumbieron a los efectos estranguladores del cloro, el fosgeno y el gas mostaza durante años mientras los ejércitos estancados buscaban nuevas formas de derrotarse mutuamente. Y no fueron solo los combatientes humanos quienes sufrieron: muchos animales de trabajo militar murieron a causa de armas químicas.

Los perros se han utilizado en la guerra desde la antigüedad, sirviendo como centinelas, mensajeros, atacantes e incluso mascotas. Alrededor de un millón de perros fueron asesinados en acción en la Primera Guerra Mundial, un conflicto que también vio el primer uso a gran escala de armas químicas. Los efectos devastadores de estos gases aceleraron el desarrollo de máscaras, usadas para contrarrestar esos agentes. Después del primer uso de gas venenoso por las fuerzas alemanas en abril de 1915, los gobiernos británico y estadounidense enviaron una serie de máscaras de diseño rápido para filtrar los gases tóxicos y mantener vivos a sus soldados. Debido al papel de combate crítico que desempeñaban los perros en ese momento, también desarrollaron máscaras de gas canino.

Los alemanes usaron unos 30,000 perros en el frente occidental, y la Entente mantuvo alrededor de 20,000. Algunos perros tiraron de ametralladoras pesadas en carros, otros usaron su agudo sentido del olfato y del oído para el trabajo de centinelas y exploradores. Su pequeño tamaño les ayudó a deslizarse entre las trincheras para entregar mensajes, transportar suministros médicos o tender cables de comunicación. De una manera menos formal, los perros mejoraron la moral dentro de las trincheras cazando ratas y actuando como compañeros de las tropas en condiciones miserables. Aquí hay una colección de fotos de perros de guerra con máscaras de gas contra la amenaza de la guerra química.