distopía web oficial distopía web oficial menu icon
The Mandalorian
The Mandalorian The Mandalorian

The Mandalorian


ADVERTENCIA: La siguiente reseña contiene SPOILERS

facebook twitter whatsapp mail

ADVERTENCIA: La siguiente reseña contiene SPOILERS


La travesía que ha mantenido la Saga ‘geek’ más querida-y odiada-no ha sido fácil. Después de una “mayormente” decepción en cuanto a su recepción en la gran pantalla, con cinco películas después de la infame adquisición de Disney, Lucasfilm se estaba quedando sin opciones sobre la forma de explotar su mina de oro. Con más proyectos cinematográficos, que eventualmente serían o pospuestos o simplemente cancelados, la apuesta mayor iría a favor de un proyecto que no solo significaría un riesgo como parteaguas para la nueva plataforma de ‘streaming’ de Disney, ‘Plus’, sino que terminaría por (inconscientemente, quizás) convertirse en la primera serie de televisión (digital) en formato ‘Live-action’, perteneciente a la Saga galáctica. Así, el equipo creativo conformado por Jon Favreau, y el veterano novicio de la saga, Dave Filoni, unirían fuerzas para traernos The Mandalorian, en el otoño del 2019. Con una recepción bastante positiva, no sólo por parte de la crítica, sino también de toda la horda de fanáticos hambrientos por un título de la franquicia que les hiciera emocionarse y enorgullecerse de incomparable devoción. Ahora, a ya más de un año de su estreno, habiendo finalizado su segunda temporada, The Mandalorian parece haber logrado lo inesperado: resucitar el orgullo y celebridad que la franquicia emanara en millones, especialmente después de un decepcionante y amargo final con el reciente Episodio IX, parece ser que Star Wars por fin ha encontrado el tan anticipado balance en, tal vez, el titulo menos esperado. 


The Mandalorian


The Mandalorian


Claro que el punto de arranque para la serie, en primera instancia, se sostuvo principalmente de la recepción que el protagonista, Mando, tuviera con respecto a la audiencia, a fin de cuentas, no es fácil introducir a un nuevo personaje en tan mítica saga, considerando lo complicado que es, ya de por sí, preservar la esencia de personajes clásicos dentro de títulos nuevos. Por fortuna, Favreau le concedió el honor al actor Pedro Pascal (Game of Thrones, Narcos) de estelarizar al misterioso, pero visualmente interesante personaje en su serie, primer punto a favor, pues a lo largo de los 16 capítulos que se suman dentro de ambas temporadas, su participación no pasa desapercibida, obsequiándonos una actuación que depende casi en su totalidad, de lenguaje corporal, tono de voz y expresiones que deben ir más allá de lo esperado por alguien que no mostrará su rostro, digamos, un 90 por ciento del tiempo. Hablando del tema, parte de lo que enriquece el acercamiento al mundo que Favreau nos presenta es la amalgama de aspectos temáticos dignos de tomarse en consideración, y uno de estos es la idea de que un Mandaloriano debe obedecer cierto tipo de reglas y obligaciones dentro de su credo, más por cuestión de honor que de ley, pero van de la mano. Una de estas reglas es, por supuesto, evitar revelar el rostro fuera del icónico casco en presencia de “otro ser vivo”, como bien aclara la ‘Armorer’, interpretada por Emily Swallow, ya que esta secta de guerreros parece necesitar mantenerse oculta después de la épica guerra entre Rebeldes contra El Imperio. Como nota adicional, personalmente recomendaría que, de haber visto ya la serie, el lector le dé una oportunidad a las series animadas The Clone Wars, y Rebels, ya que ambos programas son bastante buenos, sin mencionar que ambos contienen elementos narrativos, así como personajes y referencias, que son abordados, séase como objeto de ‘fanservice’, o bien, para efecto de “conexión” entre formato de un mismo universo.


The Mandalorian


The Mandalorian


El piloto es dirigido por Dave Filoni, quien ya demostrara tanto sus talentos, como conocimientos dentro de la saga en su amada Clone Wars (2008-2020), así como en colaboración dentro de Rebels (2014-2018), y que dentro de esta serie tiene, así mismo, la difícil tarea de introducir Star Wars al mundo de la televisión ‘live-action’. Sobra decir que la primera impresión fue esencial, y para miles, significó un rayo de luz en medio de la oscuridad. Finalizando con la revelación del fenómeno ‘Baby Yoda’ (al cual se le sigue dando mérito al haber sido preservado, en su mayoría, como ‘animatronic’), el piloto nos introduce a este apasionantemente familiar mundo; los ‘aliens’, los diseños de escenarios, las naves, hasta la misma acción, una vez que Mando llega a la cantina, en busca de Mythrol, su ‘bounty’, todo se siente acorde y en perfecto tono con el tipo de género que esto busca imitar: el western. No es que Lucas no lo hubiese hecho antes, el ‘western’ fue parte de sus muchas inspiraciones dentro de la creación de su ‘space-opera’, pero es con The Mandalorian en donde, tanto Filoni como Favreau se dejan llevar por completo, entregándonos un acercamiento que nos remonta a esos viejos ‘Spaguetti-western’ de Leoni o Corbucci, en donde un forajido busca ganarse la vida cazando recompensas y disparando contra criminales y villanos que, a fin de cuentas, no distan mucho de lo que él es, esto hasta que llega un elemento que lo hará reconsiderar su misión absoluta: el bienestar de un inocente. Esa es, en general, la premisa y punto de arranque de esta serie, y es innegable que mucho de su encanto y efectividad provengan de un enfoque tan simple y-por así decirlo-humilde. La historia del tipo rudo, que roza en la villanía, que súbitamente se encuentra con una figura indefensa y, de cierta forma adorable, parecen poseer una cierta fuerza de atracción hacia el espectador, pues no es la primera vez que ese concepto es usado. De nuevo, no hay que alejarse mucho de un típico western, ejemplo de ello podrían ser las dos versiones del clásico ‘True Grit’, de 1969 y 2010, respectivamente. O la misma Shane (George Stevens/1953), la cual se usa como referencia en la exitosa Logan (James Mangold/2017) y que, efectivamente, posee esta misma idea, llevada de una forma algo similar, o bien, es The Mandalorian quien tomara esta evidente inspiración. Como fuere, es sólo un punto de arranque que, de forma hermosa, combina los elementos amistosos y excitantes que Star Wars ha creado a lo largo de sus más de 40 años de estreno, al grado de volverse el fenómeno estéticamente incomparable y único que es fácil de distinguir y apreciar. 


The Mandalorian


The Mandalorian


Esto es parte de lo que convierte la más reciente serie de ‘Disney+’ en un producto digno de admirarse, pues al igual que Lucas cambiara la forma de hacer películas ‘Blockbuster’, así como la manufactura de las mismas a nivel técnico, The Mandalorian está creando nuevas formas de hacer televisión, digna de compararse con productos cinematográficos de un muy buen presupuesto. Con la adición del método ‘The Volume’, el cual fue creado por el equipo técnico y creativo de ILM (Industries Light & Magic), y que consta de un entorno virtual de filmación de alrededor de 20 pies de largo, 270 grados redondos, y 75 pies de ancho, volviéndolo el más grande creado hasta la fecha. Este particular método de filmación digital busca deshacerse de las técnicas que han sido implementadas a casi ya 3 décadas, consistentes en el uso de CGI e implementación de entornos virtuales por medio de pantallas verdes que, de hecho, fueron llevados a un nivel un poco más complejo, precisamente por la filmación de las precuelas, hace ya 20 años.  Lo que el ‘Volume’, o ‘Stagecraft’ (llamado así por los mismos creadores en ILM) tiene a su favor, es que no es estático, como lo fuesen los efectos creados por las pantallas verdes. El entorno creado es un ‘set’ de enormes pantallas LED, similares a las que se encuentran en escenarios de conferencias y conciertos. Claro que el ‘Stagecraft’ es más grande que cualquiera de esas, pero más importante, es más “inteligente”. Ya que, si bien, el usar imágenes como fondo durante una filmación se remonta-inclusive-desde la era del cine mudo, la idea es hacer tareas un poco más ambiciosas como, por ejemplo, mover la cámara e interactuar con un entorno, porque en cuanto esta se mueve, uno se percata de que el fondo es estático, y es lo que esta innovadora técnica de filmación busca corregir, y a juzgar por los resultados vistos en ambas temporadas, es completamente claro que se logró. Para más detalle sobre este método de filmación, así como de la concepción de la serie como tal, les recomiendo darse una vuelta por Gallery, un documental dividido en capítulos que habla sobre la creación de The Mandalorian, por Disney+.


The Mandalorian


The Mandalorian


La serie encuentra la forma de introducir, por igual, personajes entrañables que complementan el mítico viaje de Din Djarin alrededor de la galaxia. Algunos de estos son Cara Dune, interpretada por Gina Carano, Greef Karga, interpretado por el legendario Carl Weathers quien también dirige el episodio cuatro de la segunda temporada, el Ugnaught, Kuiil, a quien Nick Nolte presta su voz, la unidad droide IG-11, interpretado por Taika Waititi, quien también dirige el octavo episodio de la primera temporada. Obviamente un conjunto de ‘casting’ que ofrece carisma, variedad, y químicas perfectamente fluyentes y divertidas de apreciar durante sus interacciones, lo cual también puede ser dicho con respecto a los nuevos villanos “galácticos”, como el cameo de Werner Herzog desde el primer episodio, el cual nos introduce a los ‘warlords’ imperiales que sobrevivieron a la Purga Imperial, después de la destrucción de la segunda Estrella de la Muerte, postumo al Episodio VI, así como la imponente imagen del Moff Gideon, interpretado de forma sublime por el siempre veraz Giancarlo Esposito, en un rol que claramente le viene como anillo al dedo después de su participación en otras series, generalmente bien recibidas, como ‘Breaking Bad’, ‘Better Call Saul’ y más recientemente, ‘The Boys’, por lo que no es difícil imaginarnos a Favreau dándole un papel perfectamente familiar y apropiado para un villano que debe hacerse un lugar entre la interminable fila de antagonistas dentro de la saga. Hasta cierto punto, y gracias a su desarrollo durante ambas temporadas, es justo decir que Esposito lo logra, claro, siempre con la esperanza de ver un poco maas para satisfacer cierto contexto. Claro, sería difícil hablar de personajes sin mencionar a los esperados regresos de figuras clásicas del universo Star Wars, particularmente pertenecientes a la manufactura previa de Filoni con George Lucas, como fuera el caso de la Mandaloriana introducida en The Clone Wars, temporada 3, Bo Katan, interpretada (tanto en la serie animada como en este programa) por Katee Sackhoff, o bien, la tan esperada Ahsoka Tano, interpretada por vez primera en ‘Live-action’ por la favorita de los fans, Rosario Dawson, y quien robara el corazón de tantos durante su capítulo debut, ‘The Jedi’, el cual es considerado casi por todos como el mejor hasta ahora en la serie y que, de paso, sirviera como parteaguas de la futura serie recientemente anunciada, en solitario, de la misma Ahsoka, oportunidad (quizás) para abordar los cabos sueltos dejados por el hermoso final de la serie animada, Rebels. Pero aquí no terminan las tan anticipadas apariciones. Como caído del cielo, Temuera Morrison regresa al universo Star Wars, ahora, interpretando al tan querido-pero terriblemente desperdiciado-Boba Fett, clon del legendario Jango, quien apareciera en ‘Attack of the Clones’ (Lucas/2002), y que fuera genéticamente responsable de la creación del ejercito Clon, cortesía de los Kaminoanos, y del mismísimo Sheev Palpatine durante los eventos de ‘The Phantom Menace’ (Lucas/1999). Morrison fue el primer ‘cast’ anunciado, después de la confirmación de la obvia renovación de la serie para una segunda temporada, y su regreso a la saga predijo grandes cosas. Sobra decir que Morrison es una de las mejores adiciones a la gama de personajes que han sido revividos póstumos a sus incursiones en la franquicia, inclusive, durante la Trilogía Original, pero probablemente sea Boba el que mereciera, con mayor énfasis, un retorno digno, y vaya que se cumplió, pues debatiblemente el personaje podría haber robado cámara, fuera en una gloriosa y extremadamente entretenida secuencia de acción durante el Capítulo 14, ‘The Tragedy’, dirigido por Robert Rodríguez, o bien dentro de la cabina de la Slave I durante el episodio, ‘The Believer’. 


The Mandalorian


The Mandalorian


Por supuesto, otro punto a favor, es esta constante mezcla de viejos elementos con nuevos, séase por la incursión de personajes introducidos a lo largo de un total de 16 capítulos (todos en orden cronológico), o por el uso de entornos, tanto familiares como novedosos, los cuales cumplen la difícil tarea no sólo de expandir los límites de este universo, sino de realizarlos de tal forma que sean creíbles dentro de lo que ya se conocía previamente. Desde el humilde y árido planeta, Nevarro, donde ‘The Guild’ tuviese su sede, liderada por Greef Karga, y en donde los reminiscentes del culto Mandaloriano se ocultaran, hasta los bosques y aldeas campesinas de Sorgan, en donde Mando conociera a Cara Dune en ‘Sanctuary’, dirigido por Bryce Dallas Howard, y que presentara un momento familiar remoto a la franquicia Jurassic Park, involucrando un tenebroso y bien logrado ataque por parte de un AT-ST. Claro que, en ocasiones, estos mismos escenarios pueden remontarnos a otros previamente establecidos, como por ejemplo, el planeta Arvala-7, hogar del querido Ugnaught, Kuiil, y escenario en donde fuese introducido el divertidísimo pero letal IG-11, y claro, en donde el mundo conocería, por vez primera al pequeño Grogu, desde el primer capítulo. Sería fácil perdernos en una semejanza aparente con el desértico Tattooine, planeta de tan impactante importancia para la saga, y que de igual forma es traído nuevamente en un par de episodios en ambas temporadas, recreado, sobra decir, de forma magistral por el equipo de Favreau y Filoni. Pero, el que podamos hacer una comparación casi a la par de cada escenario, no quita el prestigio de admirar cómo el nivel de detalle sobresale de forma creíble y efectiva. Así que, independientemente de la similitud entre planetas y escenarios, no se nos es difícil perdernos en los mismos, pues aquí entra la calidad de la técnica usada por el ‘Stagecraft’, añadiendo, claro, una gama de efectos tanto prácticos como digitales, ideales para favorecer el nivel de producción empleado en cada uno de los capítulos, mejorando la calidad visual de los mismos, al grado de asemejarse un poco a una versión estéticamente restaurada de la Trilogía Original, sobrepasando mucho del valor de producción de las precuelas, inclusive de las nuevas entregas fílmicas de Lucasfilms. Hay una diferencia muy grande, en calidad de VFX, entre el Mud Horn que se nos presentó en el segundo capítulo, ‘The Child’ a comparación del Reek que aparece en la arena Petranaki, de Geonosis, en ‘Attack of the Clones’, no se diga ya el espectacular Dragon Krayt visto en ‘The Marshall’, episodio con el que arrancara la segunda temporada, y que el mismo Favreau dirigiera y escribiera. Lo impresionante con respecto a la comparación entre efectos especiales es esa transición película-serie, siendo que usualmente, las series que requieren de un uso constante de efectos visuales no suelen poseer la misma calidad de una producción cinematográfica, lo cual prueba la fe que la casa Disney mantiene ya no sólo en su equipo creativo, sino a nivel inversión, lo cual puede significar una oportunidad bastante positiva conforme a los proyectos venideros. 


The Mandalorian


The Mandalorian


The Mandalorian




Conforme a la calidad de los episodios, cabe aclarar, esta varía, a veces de forma abrupta, en ocasiones, de manera sutil, pues en general ningún episodio podría tacharse de “malo”, pero el nivel de inversión narrativa varía considerablemente, desde la simpleza del capítulo piloto, hasta la magnificencia detallada del capítulo 13, o hasta el 16, se puede reconocer que, en su mayoría, no todos los capítulos están pensados para provocar el mismo efecto; recordemos que la serie es un concepto rescatado de una vieja idea para videojuego, en el que LucasArts trabajó un tiempo, el infame 1313, el cual, a juzgar por arte conceptual filtrado, guardaba algunas similitudes entre su premisa y la serie que todos terminamos viendo, finalmente. A fin de cuentas, la idea no resulta descabellada, ya que mucho del tono que posee cada capítulo simula un ‘sandbox’ perfectamente recreacional y detallado, en el que deben cumplirse cierto tipo de misiones u objetivos, con tal de llegar hasta la misión final. La temporada 1 lo tiene, con todo y la fuerza climática que obtiene al juntar a las figuras principales de los episodios previos, y entregar momentos fuertes en cuando a suspenso, acción y resolución. Esto puede decirse de ambos finales de temporada. Pero no podemos olvidar, así como esa previa comparación con la mecánica de un videojuego extenso, que The Mandalorian nos remonta a esos viejos seriales que Lucas tanto amaba, y que sirvieran como objeto de inspiración para crear tanto su saga, como la maravillosa trilogía de Indiana Jones. Es un enfoque narrativo que nos acerca totalmente a la sensación de presenciar distintas aventuras, abarcando una sola trama principal, similar a esas caricaturas de sábado por la mañana que muchos adorábamos (y aún lo hacemos) de niños. En lo personal, nada se acerca más a describir la experiencia Star Wars sino como una caricatura de sábado por la noche, y esto lo podemos basar en cientos de declaraciones del propio Lucas, el cual pensara esta franquicia, específicamente, para conquistar al público infantil, si la saga se convirtió en lo que es, se debe a que ese mismo público creció sin desprenderse de aquel afecto. Es justo afirmar que Favreau y Filoni no escatimaron en abandonar similar ideología, a fin de cuentas, muchos fanáticos de la saga aún nos sentimos como aquellos niños que se entregaran a este vasto y épico mundo.  


The Mandalorian


Pero claro, no podemos dejar de lado la máxima sorpresa y razón de histeria por parte de la secta fanática: la presencia de Luke Skywalker durante los últimos minutos del capítulo ‘The Rescue’, el cual representó la cereza en el pastel de la-de por si-venerada temporada: traer a un Luke rejuvenecido por medio de la técnica ‘deepfake’ la cual consta de integrar el rostro en digital al cuerpo de un doble. La técnica no es la misma que se usara en Rogue One: A Star Wars Story (Gareth Ewards/2016), en donde los actores Peter Cushing y Carrie Fisher fueran completamente recreados por medio del controversial ‘motion-capture’. Si bien, la aparición de Luke es celebrada por miles, hay quienes no resultaron del todo convencidos con esta implementación digital, así como el perfectamente válido argumento del abuso de ‘fanservice’, inclusive a lo largo de la serie, pero al final, el objeto de insatisfacción recae, más que nada, en la falta del logro para llegar a la credibilidad del efecto deseado, afirmando que la selección de un actor diferente para sustituir a un joven Mark Hamill (quien reinterpretara a su tan querido personaje para este capítulo) hubiese sido preferente, pero claro, al final del día, la recepción puede cambiar, séase para bien, o para mal, pero es innegable que el momento final de la serie, con todo y la despedida (tal vez permanente) entre Grogu y Din, estuvo repleto de una satisfacción que, acorde con muchos fanáticos, no había sido vista en la franquicia en mucho tiempo, y por mucho tiempo uno espera asumir la referencia a los últimos siete meses, después del final de The Clone Wars Final Season. 


The Mandalorian


The Mandalorian


Con todo y algunos detalles técnicos, como inconsistencias con el tono narrativo entre algunos episodios, no se puede negar que The Mandalorian está pensada para mantener una simplicidad bienvenida, en una saga que comenzaba a sentirse ajena a la complacencia del público que tanto la veneraba. La producción de Favreau, así como la colaboración creativa de Filoni, incluyendo la presencia de cineastas tanto celebres como apasionados por el mismo producto, han creado y entregado un título digno para la saga más popular, tanto cinematográficamente hablando, como dentro de los panoramas de la constantemente creciente cultura pop. Séase desde un momento tan ingenuo y carismático como ver a Din tratando de montar a un Blurgg, o una persecución entre dos X-wings contra el Razor Crest, o por el simple hecho de ver a Moff Gideon sobre una TIE-Fighter derribada, empuñando la Dark Saber, hasta ver al Jedi más querido de todos recreando una espectacular “escena del puente” contra un batallón de Dark Troopers, es claro que la visión de estas figuras creativas es más que fija, hasta se podría decir que es “definitiva”.  Lo único que se puede hacer, en estos momentos, es esperar a que esa gran consistencia se mantenga firme, pero si de una cosa podemos estar seguros, es que la fe en la franquicia está siendo restaurada de forma única, y con los futuros proyectos a producirse no queda sino esperar que ese nivel de dedicación e inspiración se sostenga, pero si de algo podemos estar seguros, es que la Fuerza es intensa en esta serie.


- Jose Miguel Giovine





Arranca Cineteca Juárez ciclo de proyecciones gratuitas

Arranca Cineteca Juárez ciclo de proyecciones gratuitas


Inician el 31 de enero con el filme animado “La revolución de Juan escopeta y el 8 de febrero con la película “Noticias Lejanas”



Leer más



5ta Muestra de Cine en Lenguas Originarias en Cineteca Juárez

5ta Muestra de Cine en Lenguas Originarias en Cineteca Juárez


Del 21 al 23 de febrero se proyectarán filmes que fomentan los idiomas originarios; la entrada es libre



Leer más
comodo cookies small Leer la Política de Privacidad