


Angel-A, un filme del director Luc Besson nos presenta con una historia llena de dualidad con el estilo característico de Besson.
André, un hombre lleno de problemas y deudas decide suicidarse al verse confrontado con un ultimátum del que no puede escapar. A punto de saltar de un puente se encuentra con Ángela una joven mujer a punto de tomar la misma decisión que André. El mundo de André cambia por completo a partir de este encuentro.
Cabe aclarar desde este punto que habrá spoilers sobre la película.
La trama comienza con una introducción acelerada al mundo de André, la voz del protagonista alardea sobre sus múltiples logros como hombre de negocios de talla internacional sobre una imagen congelada del propio André, sin embargo la realidad entra de golpe en escena pues todo lo que André sabe hacer es mentir, en sus propias palabras "Yo solo digo lo que sueño ser porque estoy mintiendo a mi mismo, a todo el mundo".
Desde la primera escena confrontamos un elemento de dualidad; la realidad brutal de una vida mal administrada llena de vicios y pésimas decisiones y el sueño del protagonista por ser alguien.
André pasa la primera parte del filme buscando soluciones rápidas o temporales a sus problemas de deudas y al no encontrar ninguna posibilidad ve como última alternativa tomar su propia vida saltando de un puente pero es fácil observar que la intención de André no es otra sino llamar la atención. André sufre de la misma forma que muchas personas en situaciones desesperadas, él no quiere acabar con su vida en realidad pero lo ve como una única alternativa para solucionar los numerosos problemas en los que está involucrado. Es en ese momento que conoce a Ángela, una mujer muy alta y atractiva sumida en la misma desesperación que convence a André de permanecer juntos.
En el momento en que comienza la interacción entre ambos personajes se ve un juego interesante en el que André, al enfocarse en ayudar a Ángela a encontrar un propósito comienza a ayudarse, de forma genuina, a sí mismo. Ángela acepta seguir las instrucciones de André sin protestar "Si yo te doy mi vida ¿sabrías qué hacer con ella?". Es esta escena la que marca una muerte simbólica para André y el principio de un cambio en la dirección correcta.
En la siguiente escena André se reúne con su acreedor pero la negociación falla estrepitosamente por la actitud débil y temerosa del protagonista; es hasta que Ángela interviene que el primer problema de André desaparece. Su primera deuda queda cubierta.
Luc Besson hace uso de la escenografía para dar a entender al espectador que Ángela existe como parte de la narrativa para rescatar a André de sí mismo.
La segunda mitad del filme contiene elementos de diálogo que nos ayudan a conocer a mayor profundidad la personalidad quebrantada y manipulable del propio André que cae fácilmente en los halagos de falsas amistades y vuelve a cometer errores muy previsibles debido a su falta de convicción, autoestima e ineptitud.
Ángela a lo largo de la trama guarda características que la relacionan a André mediante esta dualidad opositora. Elementos visuales y de diálogo nos revelan esta conexión y desarrollo mutuo entre ambos protagonistas. Estos detalles son resaltados fuertemente a lo largo de todo el filme debido a que esté es completamente a blanco y negro.
El momento de catarsis viene dado por un momento de diálogo frente a un espejo en lo que seguramente debe ser la mejor escena de toda la película. André, guiado por Ángela, tiene por primera vez un momento de desarrollo y autoconocimiento real y profundo y es sólo a través de dicha purificación emocional que los problemas de André encuentran solución.
Angel-A cuenta con un guión accesible pero de cualidad contundente. Los diálogos entre protagonistas pretenden transmitir de forma concentrada y sencilla ideas sobre amor propio, respeto y acerca de la exteriorización de emociones de forma auténtica. A final de cuentas Angel-A es una historia llena de drama con tópicos sobre amor y ocasionales elementos de comedia ligera para amenizar.
Para finalizar me gustaría rescatar un elemento que logró captar mi atención al inicio del filme un pequeño guiño a la película "Léon: The Professional" también de la dirección de Luc Besson. Es un pequeño momento de conversación entre Ángela y André que imita precisamente una conversación entre Léon y Matilda.
Sin duda una película altamente recomendable que al igual que Eraserhead de Lynch me confirma que la ausencia de color en el cine puede ser un elemento muy enriquecedor si es aprovechado de la forma correcta.
- Carlos Zehntner