La preservación de las turberas y los manglares en el Sudeste Asiático reduciría las emisiones de dióxido de carbono. Sigit Sasmito
Hasta la mitad de las emisiones de dióxido de carbono derivadas de la deforestación y otros cambios en el uso del suelo en el Sudeste Asiático podrían reducirse si se conservaran dos tipos de humedales: las turberas y los manglares, según un estudio publicado en Nature Communications.
Los humedales almacenan de tres a cinco veces más carbono que los bosques tropicales áridos y lo absorben diez veces más rápido, gracias a los suelos anegados que impiden su descomposición. Al ser destruidos, los "sumideros de carbono" de los humedales se convierten en fuentes de carbono, liberando dióxido de carbono a la atmósfera.
Los investigadores estiman que la restauración y conservación de los manglares y las turberas en el Sudeste Asiático podría evitar la liberación de 770 millones de toneladas métricas de emisiones de dióxido de carbono al año. De todos los países del Sudeste Asiático, Indonesia fue el principal contribuyente a las emisiones de dióxido de carbono derivadas de la deforestación de humedales, seguida de Malasia, con ambos países representando el 73 % y el 14 % de las emisiones regionales.
Texto original por: Jenny Marder