El trascenio de Black Noise, el videojuego

Un día caminaba por las aulas de Ciudad Universitaria, allá en medio del desierto; la oscuridad de la noche se asomaba por las ventanas; el eco de los pasos y otros ruidos extraños se hacían presentes. A las ocho de la noche muy pocos alumnos tenían clases, entonces la soledad se sentía, era imposible ignorarla. Bajo ese escenario, y a su amor por los videojuegos, a Alan Yamir Rodríguez se le ocurrió una idea, crear un juego que reflejara la experiencia que lo que estaba viviendo: “imagínate un juego en el que el personaje camine por estas escaleras, por aquí, por allá”.

Una vez que a Yamir, como prefiere que lo llamen, le llegó esa idea a la cabeza, la tomó y no la ha soltado. Comenzó a trabajarla hasta desarrollar el concepto completo de Black Noise. Es la propuesta de un videojuego de terror y ciencia ficción ambientado en Ciudad Juárez.

El contexto se desarrolla en el futuro, 2032, en donde gracias a los avances tecnológicos se crea un implante llamado Nervo link. Tiene como misión proteger al cuerpo humano de posibles riesgos biológicos. Una vez que el implante se coloca en la persona, regula el organismo para combatir los virus y enfermedades. 

Pero siempre hay un pero, durante dos años, el Nervo link funciona adecuadamente, pero cae un meteorito en las afueras de Ciudad Juárez. El golpe del asteroide crea una onda expansiva que daña la infraestructura eléctrica y daña los implantes. Se da el caos, las mutaciones, millones de muertes y todos esos problemas se juntan. Es así como nace el efecto Black Noise (ruido negro). Es una clase de interferencia que perturba la señal del sonido.

Después de que Yamir concluyó la planeación, Black Noise la publicó en redes sociales, las cuales hicieron viral su idea. En México y el mundo circuló la propuesta de un juego ambientado en Juárez, y como la ciudad estuvo en boca de los medios gracias a los eventos violentos de inicios del siglo XXI u otros aspectos negativos, la noticia de un videojuego creado por un juarense daba un giro lo que se ha dicho de Juárez. 

Luego de que a varias personas les agradó su propuesta y dio de qué hablar, Yamir tuvo que poner manos a la obra. Comentó que hay cuatro principales etapas de creación:

• Planeación/preproducción: en esta etapa se aterriza la idea del videojuego en un documento que contenga los principios y las instrucciones para su creación. Dice que es “como hacer el juego, pero en papel”.

• Producción: una vez plasmada la idea y sus características, sigue la fase de materializar el videojuego a través de prototipos, programación, diseño 3D, artes conceptuales y diseño gráfico. 

• Testeo: se pone a prueba lo anteriormente diseñado para comprobar su funcionamiento y localizar errores.

• Lanzamiento: es la etapa final en la que el videojuego se prepara para la venta al público.

Como Black Noise nació de la imaginación de Yamir, el videojuego comenzó como un proyecto unipersonal. Únicamente él se encargaba de la programación, el diseño 2D y 3D, sin embargo, con el paso del tiempo se dio cuenta la necesidad de apoyo para continuar con su idea. Se acercaron personas que le ofrecieron su apoyo profesional debido a que había llamado su atención Black Noise. 

Actualmente, cuenta con la ayuda de Marian Ruacho (actriz de doblaje), Aaron Guerrero (productor), Fred Palacios (guionista, director creativo, editor en Huevo Cartoon) y Lester Ramírez (director de arte con 20 años de experiencia en diseño 3D y animación). Este último representa un mentor para Yamir. Y agradece a su equipo, amigos y familiares, ya que gracias a su apoyo poco a poco ha desarrollado su ambicioso proyecto, como lo define.

Toda historia se desarrolla en un lugar. El creador tuvo que pensar en las locaciones icónicas de la ciudad y escoger las más adecuadas para crear la sensación de que, mientras se juega Black Noise, se sienta que se está en Ciudad Juárez. Entre dichos escenarios se encuentran La Plaza de la Mexicanidad, Ciudad Universitaria, el Hospital General 66, algunas gasolineras y la cadena de tiendas que se multiplican como conejos, Oxxo. 

Y así como los escenarios son importantes para un videojuego, también los personajes. Hasta el momento Yamir ha pensado en dos:

• Javier Chávez. Avatar masculino. Miembro de un grupo paramilitar llamado Segma. Es enviado a Ciudad Juárez para que intente descubrir una posible solución ante el fenómeno Black Noise.

• Laila Bul Jose. Avatar femenino. Es una sobreviviente que se topa con Javier, y al igual que él, tiene la misión de encontrar una posible solución.

A Yamir le causa conflicto la confusión que existe con la historia de Black Noise, ya que no es solo un videojuego, son dos versiones las que tiene en mente:

1. Black Noise: Hunts you. Esta versión se busca para consolas y computadoras. Lo describe como “el Black Noise grandote”, el principal. 

2. Black Noise: Shutdown. Esta es la versión para celulares y computadoras. Además de que se maneja como el prólogo de la historia principal. “El Black Noise chiquito”.

Dentro de los retos, Yamir ha decidido dejar la versión Hunts you para el futuro, ya que se requiere capital para el lanzamiento, sin embargo, Shutdowm momentáneamente es la primera versión que quiere sacar a la venta, pues es una historia más corta y sencilla de abordar. 

Confesó que el desarrollo de su proyecto ha tenido muchas piedras en el camino. Y la más grande es el financiamiento, su bolsillo no basta para proveer los recursos que lleven a Black Noise a la venta en este año. Lo que ha hecho es mostrar su propuesta para que sumen empresas y así lograr reunir los recursos necesarios. Tocar las puertas es una opción a la orden del día, que hasta que no se concrete el lanzamiento, Yamir tendrá que hacer. 

Otro de los retos es el tiempo. Yamir desempeña una función en la empresa Johnson & Johnson, así que no le dedica el tiempo que quisiera a su proyecto. Esto ha retrasado el día de lanzamiento. 

Pero ya se habló de cómo es Black Noise, ahora hablemos del creador. 

Alan Yamir Rodríguez es un joven de 27 años, nacido y criado en Juárez.

Rasgos físicos: mide 1.72 metros, tiene cabello un poco largo y castaño, anteriormente ha optado por usar barba y cabello con un largo que sobre pasa los hombros. Sus ojos son pequeños, cafés y posee una voz gruesa y tiene una complexión mediana.

Los rasgos de la personalidad:  Define su estilo para vestir como “casual/bussiness casual”, y el color negro y blanco predominan en su guardarropa. En su playlist encontraremos, principalmente, rock y metal.

El Yamir de la niñez imaginaba algo totalmente diferente a lo que es hoy, un ingeniero en mecatrónica, con cinco años de experiencia en el desarrollo de videojuegos y tecnologías interactivas, tales como inteligencia artificial, realidad virtual, ciencia de datos y simulaciones en 3D. 

Si de niño le hubieran contado eso no lo hubiera creído porque soñaba con ser luchador, subirse al cuadrilátero y vencer a su oponente. Le causaba ilusión la idea de crear su personaje, ponerse la máscara y entrar con música de fondo entre los aplausos de la gente. El luchador que admiraba era Místico, el príncipe de oro y plata. Para él representaba el superhéroe que todo niño aspira a ser.

Tal parece que desde la infancia su inclinación por emprender sus proyectos ya se daba, porque le gustaba dibujar, y después de pasar horas con el lápiz en la mano y la creatividad en la cabeza, vendía a sus amigos los dibujos que hacía. 

Y es posible que la idea Black Noise ya estaba en sus ideas desde los cuatro años. Su romance con los videojuegos comenzó cuando le regalaron su primera consola (Super Nintendo). Hasta la fecha, son su pasatiempo favorito. 

Príncipe de Persia fue su mundo virtual durante mucho tiempo. La razón por la que le encantó fue porque era el primero que jugó en español, lo que a su corta edad le permitía entender la historia con claridad.

Yamir dice que “si tienes una idea, nunca la sueltes” porque de ella puede empezar una aventura con muchas sorpresas, así como la que Black Noise le ha dado. Mientras tanto, sigue trabajando para que su proyecto se encuentre próximamente a la venta, el público lo disfrute y logré concretar uno de los proyectos más importantes de su vida.