


Los artistas del Renacimiento repetidamente hicieron algo que hoy rechazamos: pintaron a los niños como viejos miniaturizados.
Esto probablemente se debió al hecho de que el concepto de infancia es una tendencia relativamente reciente en la historia, pero en algunas obras de los siglos XV y XVI, parece que el pintor nunca vio a un bebé.
Les llamaban homunculus que en latín significa 'hombre pequeño'. Ante esto, los bebés parecen Benjamins Buttons porque los filósofos creían que Jesús había nacido como un hombre perfecto, bien formado y sin cambios. O sea, sí, como un hombre en tamaño miniatura.
Hay cientos de pinturas con bebés horribles, pero te dejamos algunos de los más recordados. Además te recomendamos el video de La Gata Verde al respecto, ella lo explica de una forma clara y super divertida.