Soy Leyenda

Richard Matheson nos trae una visión distópica sobre un mundo que sobrevivió a la guerra bacteriológica. Una epidemia de vampirismo ha acabado con toda la población humana, salvo con Robert Neville. Aislado en su casa, pasa las mañanas matando tantos vampiros como puede, recuperando alimentos y fortificando su casa. Por las noches resiste con cruces, espejos y ajos a sus otrora vecinos y amigos. Él es último resto de normalidad que lucha contra un mundo de pesadilla.

A inicio del libro nosotros, los lectores, nos vemos sumergidos en un escenario que carece del suficiente contexto para comprender la verdadera extensión y el impacto que esta obra puede tener. Avanzando por la trama el señor Matheson tuvo la precaución de no revelar demasiada información a la vez. En lugar de esto nos da pequeñas pistas y revelaciones en cada página acompañadas de escenas con la suficiente acción para mantenernos al filo del asiento devorando página tras página.

El avance de la trama es un poco difícil de detallar sin caer en spoilers que pudieran resultar molestos a nuestros seguidores. Sin embargo puedo adelantarles que el final tiene un impacto interesante. Es un giro final ejecutado de forma magistral de la mente de Richard Matheson.

Ahora dejando un poco de lado la reseña de la trama en una forma lineal nos adentramos en un análisis un poco más profundo del libro como un todo y su reflejo en nuestra sociedad actual. Cabe aclarar que utilizaré material del libro para apoyarme a partir de este punto en la publicación así que...

--- Habrá Spoilers a partir de ahora ---

Recomiendo ampliamente a quienes aún no hayan leído "Soy Leyenda" lo hagan antes de continuar con esta lectura.

Ahora bien, es imposible no colocarse en los zapatos Neville desde un inicio. Toda la trama está narrada de forma tal que nos obliga a seguir cada paso que nuestro protagonista da en este mundo distópico; sin embargo, más allá de la estructura narrativa del texto, es imposible no sentir cierta identificación con Neville, es un personaje entrañable y con cualidades muy humanas. Es una de esas cualidades precisamente la que le da su título y final al libro. Como una persona introvertida que he sido toda la vida comprendo la situación de Neville de un punto de vista no fantasioso, es decir, comprendo el aislamiento y el grado de distanciamiento en el que vive durante toda la trama.

El señor Matheson nos narra la forma en la que Neville pasa sus días, su hogar se convierte en un bastión de la última resistencia de la humanidad como la conocíamos frente a esas nuevas criaturas sedientas de sangre que lo acechan por las noches. Es momento de aclarar (para quienes hayan decidido seguir leyendo la reseña aún después de mi advertencia de spoilers, que no han leído el libro pero que sí han visto la pobre adaptación al cine con Will Smith) que las criaturas descritas en el libro son seres pensantes, sí, son de alguna forma monstruos para Neville, pero son capaces de conversar perfectamente y de mantener un cierto raciocinio.

Noche tras noche Neville es incitado verbalmente por sus vecinos a salir, a convertirse en uno de ellos. Algunas mujeres inclusive intentan ademanes obscenos con el fin de convencerlo; más Neville se mantiene firme cada vez.

Durante el día se dedica a acabar con la vida de cada vampiro se tope en su camino, a reabastecerse en lo posible de herramientas y alimentos, a dar mantenimiento a su hogar y otras tareas necesarias que le sería imposible realizar durante las noches.

Así los días y las semanas pasan en una rutina monótona y somos espectadores de las dos caras de Neville. Por una parte su mente atada a la lógica y fuertemente cimentada al método científico lo impulsan a hacer estudios en su casa, conjeturas y teorías y a buscar una cura para aquella infección horrida. Pero por otra parte, en su depresión observamos a un Neville que calma sus ansias con Whisky, un Neville poco lógico y riesgosamente apasionado, un Neville que se cuestiona su propia existencia, su propia resistencia a esta infección. Ni siquiera estando seguro de que aún existan otros humanos como él los recuerda, o de que pudiera regresar al mundo a lo que solía ser avanza en su vida porque no le queda otra opción.

Creo que nuestro protagonista es el representante perfecto para muchos temas más profundos de los que la mayoría alcanza a percibir. Neville es un ser cuasi-mitológico en el libro, un hombre cuya dualidad logramos conocer bien. Neville juega con temas como el nihilismo sin saberlo, se cuestiona su propia vida, finalmente vive en el absurdo en conjunto con una sobrecogedora depresión. Su amor por las artes, su amor por la ciencia, su deseo por encontrar una cura y por tratar de restaurar al mundo a la normalidad son los pilares que le mantienen con vida la mayor parte del libro, sin embargo la duda está siempre presente con él. ¿Y si lo que hace no es lo correcto? y piensa que tal vez sería más fácil encerrarse del todo, dejarse atrapar o acabar con su vida por mano propia.

No puedo evitar recordar los elementos característicos de la tragedia griega al leer esta obra del señor Matheson. Es sin lugar a dudas una forma de terror clásico, una forma de terror más sencilla sin ser simplista. Soy Leyenda nos obliga a encarar dudas fuertes y vacíos que no pueden ser respondidos. ¿Qué habría hecho cualquiera de nosotros ante esa clase de situación?

Soy leyenda me hace pensar en un paralelismo increíble con la realidad de hoy día. Hoy día vivimos sumergidos en una realidad donde la amplia mayoría de la población está inmersa en un mar de tecnología sin comprender a ciencia cierta su funcionamiento, sus peligros, sus vulnerabilidades. Vivimos en la era de la gratificación inmediata, vivimos en la era de la ignorancia. No en un sentido peyorativo. Vivimos en la era de la ignorancia por elección, es más sencillo ignorar lo que sucede a nuestro alrededor, es más sencillo compartir un meme que compartir un libro, es más sencillo ahogarnos en el mar de música repetitiva comercial que conocer la buena música, apreciarla y no estoy hablando de generos especificos. En todos los géneros de todas las artes hay obras de calidad que requieren preparación y esfuerzo y obras comerciales, ultimadamente producidas en masa. Ahora bien, ¿por qué hago tanto hincapié en la música? porque es uno de los medios que más nos influyen, nuestros estados de ánimo y nuestra cultura pueden ser cambiados fuertemente sólo por la música que consumimos y como este ejemplo habrá muchos en las artes visuales, y en los medios experimentales o el arte posmoderno.

Nos hemos visto rodeados de una ignorancia ante las circunstancias, ante nuestra historia y ante el buen arte (visto de manera objetiva). Porque siempre será más cómodo no pensar demasiado, no investigar o en caso contrario porque no hay tiempo, porque muchos viven en condiciones tan precarias que en lo único que pueden pensar es en que van a comer mañana.

Ahora, ¿por qué mi mención a todo esto como un paralelismo entre la obra del señor Matheson y la realidad en que vivimos? Porque vivimos en el mundo de Neville y la ignorancia es aquella pandemia que convierte a nuestros vecinos, amigos y seres más queridos en parte del colectivo de mentes adormecidas. Es nuestra labor compartir la información, el arte y los buenos medios que nutren nuestras vidas con cultura y conocimientos con tantas personas como nos sea posible y recordar nuestra historia como humanidad o terminaremos como el final de Soy Leyenda, que será mi siguiente punto a tratar.

El final del libro es impactante, al menos para mi lo fue. Neville se encuentra terriblemente sólo, convencido cada vez más de ser el último hombre en una tierra poblada por vampiros. Hasta que intercepta a una joven en uno de sus recorridos diurnos. Es imposible, o al menos eso piensa Neville, que se trate de alguien infectada a plena luz del día. Logra llevarla a casa y comenzar una conversación que eventualmente lleva a un enamoramiento entre ambos personajes, sin embargo el desarrollo de la escena tiene resultados catastróficos para Neville cuando insiste en tomar una muestra de sangre para corroborar que Ruth no esté infectada. Finalmente en un altercado Neville cae inconsciente por varias horas y al despertar encuentra su casa abierta de par en par y una carta en la cual Ruth le explica que pertenece a una nueva sociedad de infectados dispuestos a restablecer el orden, eliminando a los vampiros y al propio Neville, por lo que le aconseja que huya. Asimismo, explica que gracias a una píldora, le era posible salir a la luz del día, revelando en ese sentido, el nacimiento de la nueva sociedad a la que Neville no podía pertenecer.

Poco tiempo después Neville, esperando en casa con la intención de que lo atraparan, es herido en el pecho en un altercado con esos miembros de la nueva sociedad de infectados sólo para ser llevado después a una celda en la que Ruth le informa que será ejecutado públicamente.

---- Gran spoiler en el próximo párrafo ----

Neville comprende entonces que en este nuevo mundo no hay espacio para él. Entiende que los infectados le temen tanto o más de lo que él le teme a la infección misma. Comprende que para las familias de esta nueva sociedad, para los niños, para las mujeres y los hombres él mismo es un monstruo. Neville se convirtió en una leyenda en esta nueva sociedad de infectados. De ahí el título del libro.

---- Ya pasó el gran spoiler ----

Creo que en los últimos años se ha visto un cambio radical en la sociedad, un cambio que pocos observamos. Sólo nos queda preguntarnos ¿qué tanto nos podemos adaptar a esta reforma social y cultural?, ¿qué tanto podemos sobrevivir en ella? Al final de cuentas sobrevive quien mejor se puede adaptar y tal vez en las próximas generaciones no haya cabida para lo que hoy consideramos normal. ¿Podemos los humanos seguir el paso a los enormes progresos y cambios tecnológicos que hemos visto en las últimas décadas?

Recomendaría a cualquiera que haya disfrutado como yo de este libro investigar acerca de nihilismo, existencialismo y absurdismo, también leer a Mary Shelley (Especialmente su obra icónica El moderno prometeo) y leer sobre los otros autores que hemos compartido anteriormente: Huxley, Bradbury, Orwell, Wells, Kafka, Philip K. Dick, entre muchos otros.

He de mencionar también que Soy Leyenda ha sido una gran influencia literaria en mi y en mis obras como autor. Sin duda hay tintes de este libro en mi novela Los diarios de Krampen y cláramente los tendrá mi próximo libro Siglo XXXI. Creo que me atrevería a decir que parte de mis aportes en Vida, Exceso y Defunción tienen influencias del señor Matheson. En fin, es una obra que recomiendo a cualquiera que no la haya leído, es uno de mis libros de cabecera y que puedo leer infinidad de veces sin aburrirme.