


Una galaxia “fantasma” es algo que ya muchos expertos sabían que podían existir, y hace unos días, el telescopio Hubble logró captar con gran detalle las espirales azuladas de una galaxia.
Sin embargo, también, se logró detectar unas más tenues que contaban con un aspecto un tanto fantasmal. Para entender qué fue lo que ocurrió existen ciertos aspectos que debemos conocer sobre las galaxias en espiral.
Para empezar, debemos saber que estas, al menos en su mayoría, disponen de una característica bastante notable, la cual es su multitud de brazos espirales arqueados, los cuales giran alrededor de la misma. Un ejemplo de esto se muestra en la imagen tomada por el telescopio espacial Hubble de la NASA / ESA.
En ella, se pueden ver los impresionantes brazos espirales de color azul plateado de la galaxia que lleva el nombre de NGC 4848. Sin embargo, más allá de los brazos espirales, se puede observar otro detalle bastante interesante.
En concreto, en estos detalles que te mencionamos se pueden ver diferentes estrellas de distintos tipos como, por ejemplo, estrellas jóvenes. Además, el telescopio también puedo ver una luz muy tenue de los brazos espirales externos de esta galaxia. Básicamente, en el fondo, aparecen innumerables galaxias más distantes y bastante diversas, según la información revelada por la NASA.
Esta tenue galaxia espiral barrada ya había sido descubierta antes, siendo más concretos en 1865. Dicho descubrimiento vino de la mano del astrónomo alemán Heinrich Louis d’Arrest.
Este no fue el único descubrimiento que tuvo este personaje, ya que el mismo también descubrió el asteroide 76 Freia y muchas otras galaxias más. De hecho, él mismo contribuyó en el descubrimiento de Neptuno.
Algo importante a señalar es que si nos encontramos en el hemisferio norte y contamos con un gran telescopio, existe la posibilidad de que también podamos observar esta galaxia “fantasma”. Para ello debemos apuntar a la constelación de Coma Berenice (Cabello de Berenice).
El hallazgo de una galaxia “fantasma” o varias de ellas, también se había dado en otro momento. Hace un par de años, un equipo internacional de astrónomos logró identificar las gigantescas corrientes de estrellas en la periferia de dos galaxias espirales próximas.
Como tal, este hecho fue sumamente relevante, ya que la detección de estos enormes fósiles estelares permite, en cierto modo, corroborar las predicciones del modelo cosmológico de la materia oscura fría. Cabe destacar que en este se sugiere que las galaxias espirales de gran diseño son formadas por medio de la fusión de un sistema estelar menos masivo.
Por ende, después de la investigación se pudieron recolectar datos muy importantes de estas galaxias espirales. Pero es no es todo, ya que esto es algo que también demuestra que los halos todavía contienen fósiles de galaxias enanas, o dicho de otro modo estas poseen galaxias “fantasmas”.
En términos generales, esto es algo sensacional, sobre todo por la oportunidad de estudio que ofrece, permitiendo conocer un poco sobre las últimas etapas de ensamblaje de galaxias como la nuestra.
Sin embargo, en su búsqueda los astrónomos no han logrado encontrar el cuerpo principal de las galaxias devoradas y esto puede deberse a que están completamente destruidas en la actualidad.
Esto es algo completamente entendible ya que los expertos señalan que estas son corrientes muy difíciles de detectar y tienen una muy pequeña densidad en estrellas, siendo esto último lo que les da el nombre de galaxias “fantasmas”. Esto es algo que se debe también en parte a que se relacionan con la muerte de una galaxia por lo que, perfectamente, puede considerarse como los fantasmas de galaxias ya desaparecidas.
Además, se debe destacar que para realizar la investigación de las galaxias, este grupo de profesionales tuvo la ayuda del astrofísico R. Jay Gabany. Este último ha obtenido desde hace muchos años imágenes en color del cielo profundo por medio de telescopios robóticos de pequeño tamaño situados en Nuevo México y Australia.
Por último, las galaxias “fantasmas” pueden verse desde la Tierra, sin embargo, va a ser necesario que contemos con un gran telescopio y que apuntemos a la constelación de Coma Berenice.