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La dieta de los zorros primitivos estuvo influenciada por los humanos, y estos pequeños carnívoros podrían actuar como un rastro de la actividad humana a lo largo del tiempo, según un estudio publicado en la revista de libre acceso PLOS ONE por Chris Baumann de la Universidad de Tübingen, Alemania y sus colegas.
A los zorros les encantan las sobras. En su hábitat natural, los zorros se alimentan regularmente de las sobras que dejan los grandes depredadores como los osos y los lobos, pero cuanto más cerca viven de la civilización humana, su dieta más se compone de alimentos que los humanos dejan atrás. En este estudio, Baumann y sus colegas formularon la hipótesis de que si esta relación comensal se remonta a la antigüedad, entonces los zorros podrían ser útiles indicadores del impacto humano en el pasado.
Los autores compararon las proporciones de isótopos de carbono y nitrógeno entre los restos de varios herbívoros, grandes carnívoros y zorros rojos y árticos de varios yacimientos arqueológicos del sudoeste de Alemania que datan del Paleolítico Medio y Superior. En los yacimientos de más de 42.000 años, cuando los neandertales apenas ocupaban la región, las dietas de los zorros eran similares a las de los grandes carnívoros locales. Pero en los yacimientos más jóvenes, a medida que el Homo sapiens se hizo habitual en la zona, los zorros desarrollaron una dieta más singular que consistía principalmente en renos, que son demasiado grandes para que los zorros los cacen, pero que se sabe que eran una caza importante para los antiguos humanos de la época.
Estos resultados sugieren que durante el Paleolítico Superior, estos zorros pasaron de alimentarse de las sobras dejadas por los grandes depredadores locales a comer la comida dejada por los humanos. Esto indica que la dependencia de los zorros de la comida humana se remonta a unos 42.000 años. Los autores proponen que, con más estudios que investiguen esta relación zorro-humano, las antiguas dietas de los zorros pueden ser útiles indicadores del impacto humano en los ecosistemas a lo largo del tiempo.
Los autores añaden: "Las reconstrucciones dietéticas de los zorros de la edad de hielo han demostrado que los primeros seres humanos modernos influyeron en el ecosistema local ya hace 40.000 años. Cuantos más humanos poblaban una región en particular, más se adaptaban los zorros a ella".
Fuente: NCYT Amazings